24.9.13

La verdad en las palabras de un gordo pelirrojo sobre la soledad.

El otro día veía una entrevista aLouis C.K. en el programa de Conan, veía sólo un trozo que una amiga colgó en Facebook, no os penséis que busco en internet el late show de Conan para verlo todos los días. A Louis C.K. sí le veo siempre que puedo, es muy recomendable. En esta entrevista que le hacían Louis hablaba sobre los smartphones y el motivo por el que no quiere que sus hijas tengan uno, hablaba sobre la soledad, lo necesaria que es, con su tono siempre irónico, decía que los smartphones, además de negarnos la interacción humana a la hora de humillar a alguien, el ver el daño en directo que le hacemos, nos niegan la capacidad de abrazar la soledad, la certeza de que estamos solos, esa bola de tristeza y angustia que se nos hace en el estómago y nos recuerda que ser humano es precisamente eso, sentirse, de algún modo, solo.
Los smartphones no nos dejan ser, no nos dejan disfrutar de esta ola de tristeza que nuestro cuerpo contrarrestará con una oleada de felicidad.

Me he olvidado de lo que era estar solo en la habitación del hospital, aislado, de esos momentos de absoluta soledad, donde no sabía si alguien entendería lo que estaba pasando, esos momentos en los que, tumbado en la cama, con los cascos puestos, a oscuras, notaba mi cuerpo cada vez pesar más, cuando sentía que no había nada a mi alrededor, sólo oscuridad, incertidumbre y tristeza. Me he olvidado de esa sensación que venía después, cuando mi cuerpo era más pesado aún, cuando sólo el pitído de la máquina del suero se interponía en el silencio entre canciones, ese momento en el que una euforia absurda me golpeaba, en que sabía, con certeza, que todo iba a salir bien. Puede que durase sólo dos o tres minutos, pero joder, era una sensación increíble que no habría podido disfrutar si no me hubiera dejado llevar por la soledad y la tristeza.

Sé que me he olvidado de estos momentos, de esta soledad que llevamos dentro, porque he caído en el juego del smartphone, porque si estoy solo miro Twitter, hago una foto para Instagram, mando algún Line o WhatsApp, busco una interacción, que si soy sincero, no necesito.

Me he olvidado de cómo es estar solo, de enfrentarme a mis miedos con las manos metidas en los bolsillos, andando por la calle escuchando música sin pensar una gilipollez que tuitear, o ver si hay algún amigo con quien intercambiar unas palabras, o tumbado en la cama, a oscuras, sin leer, ni ver una película, sólo música, y esa sensación.
Me he olvidado y no debería haberlo hecho.

Pero es que, desgraciadamente o no, me he olvidado de muchas de las cosas que aprendí encerrado en una habitación de hospital.

Louie siempre suele tener razón.
Todos estamos solos.
Y no tiene nada de malo.


1 comentario:

  1. -No estabas solo. Sólo a mini-ratitos(que no te dejábamos en paz)

    -Estoy haciendo desconexión de twitter, y no sabes qué paz interior. Te lo recimiendo.

    -Me debes una llamada.

    A.

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