20.5.13

El embriagador sabor de la propia mierda.

Caminas por la calle sin reparar en lo que te rodea, pensando en el ensayo que tienes que escribir, en cómo vas a enfocar un tema que no te toca ni de cerca y del que no sabes nada. Se cruza por tu cabeza ese otro trabajo de tipografía que tienes que presentar, una asignatura que no te gusta, que no es de tu ámbito de estudio y de la que preferirías olvidarte. Esta viene de la mano de tu Proyecto Final, que te mira, serio, desde lejos, es atractivo y divertido, pero no eres capaz de acercarte con la soltura que deberías, es lo más importante y se te está yendo de las manos.
La página web que estas montando, trabajando codo con codo con una de tus mejores amigas y que no sabes si vas a entregar a tiempo se te acerca y te abofetea, "¡Despierta!", te gritan todos a la vez, y tú sigues caminando medio dormido por una parte y ansioso, agobiado y sin saber como hacer frente a todo lo que se pone delante por la otra.
Las canciones pasan por tu cabeza sin casi notarlo, no es la música la que te guía ahora, no estás tranquilo, ni seguro ni animado. Te encuentras siempre al borde del grito, furia contenida, ansia a punto de explotar, nada es como debe ser, te estas quedando atrás y poco a poco todo tira de ti hacia abajo y hacia arriba, una sensación extraña, absurda, que te hace perder la poca cordura que te queda.
Llegas a casa, tensión, no sabes si la creas tú o es la situación, pero la notas y parece que no pero te afecta, aunque quizá no debería, te desconcentra y desanima.
Coges la correa de la bola de pelos y grasa amistosa y algo vieja que es tu perro, huyes, paseas, intentas no pensar en nada, vaciar la cabeza. No oyes música, sólo disfrutas de tu perro, el campo, el sol (si lo hay) y esas dos horas suspendidas en el tiempo que te arreglan la mañana.
Vuelves a entrar en la vorágine de cosas sin terminar que tienes delante, empiezas por lo primero que ves en el escritorio, picoteas un poco de aquí, otro poco de allá, y vas terminando alguna cosa. Parece que todo se va moviendo.
Pero no.
Nada avanza. La tensión pesa otra vez, esta vez la estas generando tú y tu poca paciencia.
Huyes una vez más, esta vez te refugias en un coche, unas piernas, un escote, unos labios y las palabras amables que necesitabas oír  y explotas, no quieres, pero explotas.
Has contenido demasiado tiempo lo que te pasa, has estado engañando a todo el mundo, porque no quieres defraudar a nadie, porque debes seguir siendo un ejemplo, porque "qué bien se te ve", "qué fuerte eres", "yo no habría podido con lo que has pasado tú", "qué bien estás", "qué bien lo llevas", "no tengas prisa lo importante es que estás vivo", "ahora todo te parecerá una chorrada después de lo que has pasado".
Acabas de explotar delante de la última persona ante la cual querías explotar, sorprendentemente te sientes mejor, pero tienes la sensación de que lo has manchado todo, sacudiendote la mierda como un perro mojado, sólo esperas que te sigan viendo como el tipo fuerte, animado, despreocupado y tranquilo que no eres.
Aunque seas un hijo puta con muy mala leche bastante mezquino a veces, con unas tremendas inseguridades e incapaz de ver un futuro próximo más allá del mes que viene, con ellos siempre sacas tu mejor cara, porque la tienes, es duro sacarla siempre, pero la tienes, y la mayoría de ellos se merece que lo hagas porque han estado ahí desde el principio, porque se comen tus limitaciones, porque es lo que esperan de ti, o lo que crees que esperan de ti.

En el fondo eres blando, estás dejando que la mierda se filtre, que ensucie tu percepción, sabes que toda esa ponzoña en la que te estás restregando no es real, en el fondo lo sabes, sabes que estas siendo un imbécil, que no deberías dejarte llevar por ese camino. En el fondo lo tienes claro.
Pero no sabes qué hacer para remediarlo.
Y será la primavera.
Será el dormir poco.
Será la leucemia que aunque no aparezca en los análisis tú sabes que sigue ahí. (el puto 50/50)
Serán las medicinas.
Será que estás cansado.

Pero oye, estás vivo, y por eso DEBES ser feliz, DEBES estar animado, DEBES aguantar lo que te echen, porque eres afortunado, porque no pasa nada, porque hay quien está peor, porque sí, y lo que yo me pregunto es ¿por qué si?.

Pues porque es lo que se espera de mi.
Pues creo que no lo estoy haciendo nada bien, así en general, me estoy atragantando con mi propia mierda.

2 comentarios:

  1. no me seas tonto, coño. Lo que te gusta quejarte, con todas las cosas buenas y la gente guai que tienes alrededor... grrrrrrrrr!

    a.

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  2. ¡Ay, cómo te comprendo! http://unamasdelbatallon.blogspot.com.es/2012/12/protesto.html

    Cágate en tó lo cagable, y cuando no puedas más, reparte porquería. Quedo a la espera de mi botecito: http://unamasdelbatallon.blogspot.com.es/2012/09/cuando-no-puedas-mas-reparte-mierda.html

    Besos gordos y titiriritititiiiis

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