25.7.12

La locura de la diarrea y del día a día / +156

Iba a escribir algún post sobre alguna mierda graciosa que me hubiera pasado últimamente, pero he abierto el periódico esta mañana mientras me tomaba una tostada con aceite y sal.
Tenía pensado un post para esta semana sobre lo bonito que es poder conducir, pasear por Madrid, y hacer cosas de persona normal, pero he leído tweets de fascistas y gilipollas que se alegran de que Cataluña arda.
Quería contribuir a mejorar un poco mi día soltando algo de mierda disfrazada de ironía sobre preocupaciones que al final son absurdas, pero me ha dado por leerme la parte seria del Mongolia, mientras escuchaba la radio.
La he cagado.
La he cagado, como diría una amiga holandesa "big time", porque me he cagado de miedo, de miedo y de rabia, me he cagado tanto que ahora tengo una diarrea galopante que ha llevado al traste todos mis intentos de productividad fuera del ámbito socio-político-económico-catastrófico-loco-absurdo-apoteósico que estamos viviendo en manos de unos locos (hijosdeputa) que aun pareciendo que no saben lo que hacen, lo están hacinado muy bien, bien para ellos y sus seres queridos.
Mari-ano lo está clavando, clavos en nuestro ataúd y las fortunas en sus amigotes.
Miro el telediario y cuento las buenas noticias, acabo rápido, ni una. Cuento las malas, termina el telediario y aún sigo contando malas noticias que no nos han contado ellos.
Hablo con amigos, que han podido manifestarse, sin restricciones de mascarillas o catéteres, y sigo contando, y alguna buena noticia cae.
Mucha gente se esta cagando, en la puta madre que les parió, todos juntos, y cada vez más.
Yo sigo con diarrea mental, espiritual y física, porque no termino de entender bien lo que pasa.
Me cago vamos.
Me cago en ellos y un poco en nosotros, porque deberíamos hacer más.
Me cago en que la "prima de riesgo" ya no sea esa prima tan lejana y buenorra del pueblo a la que te quieres follar, y que podrías sin miedo a aberraciones genéticas dignas de líneas monárquicas o de los Lannister (vease Juego de Tronos o simplemente echen un ojo a las infantas, la semilla borbónica tiene algo especial).
Y tengo miedo de Gallardón, por primera vez en mi vida, aún habiéndolo sufrido como alcalde.
Tengo miedo del club Bildeberg, o como coño se diga.
Y me quiero ir de aquí, pero no quiero, y quiero ser autónomo algún día, pero no me dejan, y quiero arreglar mi país, y se están cagando en nosotros, como yo me cago cada dos minutos.

Y me cago en todo, y no se qué hacer.

Creo que voy a ver si me echo una siesta y sueño con una de mis "primas de riesgo" (que no tengo así que me las inventaré, quizá pueda ser un primo lejano de Natalie Portman) y al menos me levanto con una sonrisa.
O eso, o me sigo cagando, una de dos.

Se me ha ido la olla.

Culparé a la prednisona, o al gobierno, o a los mercados, o al día a día.
Quizá a la insolación de ayer.
Lo que está claro es que estamos de mierda hasta el cuello y debe ser porque no soy el único que se caga, de miedo, de rabia, de indignación, de prisa por largarse, por hacer algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario